Parado en el umbral

Su majestuosidad es incalculable, su presencia envuelve mil avatares de años inmemorable en los cuales la tierra era aun muy joven...
Sus hojas siguen aquí y más precisamente ahora refugiándome del exterior.
No hay palabras para su descripción solo un breve e inexacto intento de trasmitirlo solo puede vislumbrarse en ese preciso instante en que el día muere y las estrellas te llaman con sonidos lejanos cada vez más nítidos vienen a tu encuentro..., noche tras noche acudo a él y puedo sentirme un ser unido, algo tan inexplicable e inamovible a las vez... Guardián en todas sus caras, me deja ver mas allá de sus ramas.. me invita a buscar, a descifrar los secretos que coexisten en las profundidades del mundo.

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